Mantenimiento de las Perlas
La perla de Tahití tiene una densidad que aguanta bastante bien los choques, sin embargo se puede rayar al contacto de otras joyas.
Por eso le aconsejamos que llevara su perla sola en una cadena y la guarde en un joyero individual.
Para que la perla conserve todo su brillo es preciso evitar cualquier producto químico: champú, jabón, perfume, lejía y entonces el agua del grifo también.
Por tanto le aconsejamos que se quitara las joyas con perlas antes de lavarse.
Si usted hace sesiones de deporte durante las cuales transpira mucho sería mejor quitarse las perlas antes porque algunas transpiraciones ácidas pueden dañarlas bastante rápido.
Después de haber sido llevada una perla se limpia sencillamente con un trapo suave que se puede humedecer con agua mineral.
No sirve untarla de aceite de Monoï o de oliva (¡!) aunque se lea semejante consejo en algunas ocasiones: solo ayudaría el polvo a quedar pegado en la perla.
Lo más importante que saber es que las perlas de Tahití contienen un 2% de agua y que esta agua no se debe evaporar porque ello podría causar graves alteraciones.
Por esta razón no coloque sus perlas en plena luz del sol o detrás de una ventana.
Si su cuarto tiene el aire acondicionado guarde su perla en el cuarto de baño.
No guarde sus perlas en un mueble de madera (riesgo de deshidratación), sobre todo si se trata de contrachapado (contiene formol y otros productos químicos).
Si usted debe guardar su perla varios meses en un mueble o joyero donde podría carecer de humedad, coloquen un vaso de agua al lado de la perla.
Por último, procure llevarla a menudo porque la perla volverá a hidratarse al contacto de su piel y conservará de esta forma toda su belleza.
Al seguir estas reglas sencillas de sentido común, usted podrá disfrutar la belleza de su perla durante muchísimos años.
Por eso le aconsejamos que llevara su perla sola en una cadena y la guarde en un joyero individual.
Para que la perla conserve todo su brillo es preciso evitar cualquier producto químico: champú, jabón, perfume, lejía y entonces el agua del grifo también.
Por tanto le aconsejamos que se quitara las joyas con perlas antes de lavarse.
Si usted hace sesiones de deporte durante las cuales transpira mucho sería mejor quitarse las perlas antes porque algunas transpiraciones ácidas pueden dañarlas bastante rápido.
Después de haber sido llevada una perla se limpia sencillamente con un trapo suave que se puede humedecer con agua mineral.
No sirve untarla de aceite de Monoï o de oliva (¡!) aunque se lea semejante consejo en algunas ocasiones: solo ayudaría el polvo a quedar pegado en la perla.
Lo más importante que saber es que las perlas de Tahití contienen un 2% de agua y que esta agua no se debe evaporar porque ello podría causar graves alteraciones.
Por esta razón no coloque sus perlas en plena luz del sol o detrás de una ventana.
Si su cuarto tiene el aire acondicionado guarde su perla en el cuarto de baño.
No guarde sus perlas en un mueble de madera (riesgo de deshidratación), sobre todo si se trata de contrachapado (contiene formol y otros productos químicos).
Si usted debe guardar su perla varios meses en un mueble o joyero donde podría carecer de humedad, coloquen un vaso de agua al lado de la perla.
Por último, procure llevarla a menudo porque la perla volverá a hidratarse al contacto de su piel y conservará de esta forma toda su belleza.
Al seguir estas reglas sencillas de sentido común, usted podrá disfrutar la belleza de su perla durante muchísimos años.